Podemos definir la historia como
una ciencia social, que nos permite conocer la evolución de los principales
procesos humanos, desde los orígenes de las primeras comunidades hasta la
actualidad.
Ella se ocupa del estudio de los
acontecimientos relativos al hombre a lo largo del tiempo, tomando como base el
análisis crítico de testimonios concretos y verídicos.
La historia de la humanidad
abarca millones de años. Para medir el tiempo histórico utilizamos unidades
grandes de tiempo: milenio (1.000 años), siglo (100 años) y década (10 años).
Para comprender la Historia, los
hechos se ordenan de forma cronológica, es decir, desde los más antiguos hasta
los más recientes. Se llama cronología al estudio de las fechas y los periodos
del pasado.
Para poder conocer las fechas de
los hechos históricos necesitamos un punto de partida concreto. En nuestra
cultura utilizamos la fecha del nacimiento de Cristo como punto de partida (año
0). Si un hecho ha ocurrido antes del nacimiento de Cristo añadimos a la
fecha a.C. (antes de Cristo) y si ha sucedido después, a la
fecha le añadimos d.C. (después de Cristo).
El tiempo se organiza en edades, separadas por un hecho histórico importante. Las edades de la historia son:
La Prehistoria es la primera etapa y la de mayor
duración de la humanidad. Al no existir la escritura, los prehistoriadores solo
estudian esta época tomando como referencia los restos arqueológicos.
La histografía es la encargada de estudiar, de
forma crítica, cómo se ha dado el registro de los hechos históricos a lo largo
del tiempo.
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